"Eventualmente, amigo mío..."

El tiempo se ha detenido para tomar un descanso...

jueves, 27 de diciembre de 2012

Reflexión

Partiéndome cerca de las tinieblas, abrazo tu furibunda mirada. Eres el fantasma que siempre quise seguir mientras la oscuridad violaba al alba. Tus sienes se tiñen con un rojo tan intenso como las venas dolorosas salientes de mis córneas. La desolación bienvenida que acoje a los pobres, los necios y los turbios, se introduce como tu contraparte, hechicera voluptuosa. La penumbra que acostumbras mientras embrujas mis pensamientos, la belleza que extermina mis sentidos.

Con sigilo te contemplo en la lejanía de mis recuerdos. Asimilando tus caderas, tus palabras y estúpidas caricias, deseando comerme todos tus pensamientos y tus senos. Lejos, en tu sepelio, vengo a ofrecerte camelias, ponzoñas y ratas. Sólo tú comprendes en el infierno de qué estoy hablando.

¡Despierta! No vine aquí a verte dormir. Quiero penetrar tus ideales y tu sexo. Ansío las carnes que celosamente guarda tu padre de todos los peligros. Hoy tengo la firme intensión de finalizar mis recuerdos. Corrí por la carretera con la señal incrustada en mis muslos. Ayer pensé que serías mía, hoy festejaré con la sangre liberada, y quizás mañana habré mutilado tu pasión y alusiones.

Las sombras que atrapo bajo tu cama me incitan a devorarte con el placer más amargo sobre esta tierra infértil. Las sombras me enceguecen, me ensordecen y me confunden; me piden tu pecho, tus manos, tus labios, tu vientre, tu monte delicioso y tu cuello asfixiante. Esas sombras famélicas, vacilantes y obstinadas, gritan con dolor que libere sus impulsos. Poseen mi cuerpo, mis sentidos. No respiro si no es bajo tu mentón, desvío  la vista hacia las montañas de la vida y muevo el rostro anhelando no gozar lo que deseo comenzar. Necesito saciar su apetito... Necesito desatar el infierno que yace en mis entrañas... Qué lamentable juventud. Todo, en menos de diez mil días.

Si he de morir, por lo menos quiero llevarme tu inocente castidad. Palpitante delicia que miles de bestias desean saborear. Juntando mis cicatrices con las tuyas, emanaremos polvos y cenizas. Cenizas y polvos degustaremos en los abismos de tu cerco y ten por seguro, si el campamento aquel se desploma de tu mente, que te haré pagar tu tiranía, con mis dedos y mis besos, vida mía, que se escapa. Obra pútrida que Dios me dio. Todo el mundo será testigo, y yo, tu fiel seguidor...

viernes, 21 de diciembre de 2012

Donde El Cielo Se Une Con El Mar...

Algunas veces he soñado que vivo en otro lugar, en otro tiempo, en otra dimensión... No hace mucho que te he conocido y esta es la hora en la que no puedo dejar de fantasear con tu rostro. Con lo hermoso que puede ser una de tus tiernas miradas y con lo infinito que puede ser uno de tus besos.

He volado muy alto hoy, cual gaviota que descubre un mundo nuevo. Mi cara se ha palidecido aquel día que me armé de valor y te dirigí algunas palabras con cierta cobardía. Fue emocionante saber de qué modo contestarías. Sin embargo, me cayó la noche encima y mis recuerdos se apelmazaron en el vientre de aquella tarde nebulosa... Todo terminó cuando tu confidente se acercó y estropeó la melodía de tu ira.

Ahora, con los ojos temblorosos, un inquietante pensamiento en mi mente y un hábido recuerdo tuyo en mi alma, tengo fe que un buen día de un buen año, tu serás para mi lo más importante. Nunca sabrás cuántas veces he transformado tus labios y tus fotografías en sueños y recuerdos de un mundo inexistente... Todo sea por sentirte aquí, cerca de mi, en la víspera de una noche ruborizada.

El tiempo se vuelve eterno con sólo pensar que seremos uno en algún punto. ¿Qué más da, malgastar un segundo, un minuto, una hora... un día entero, mientras veo pasar las nubes, la niebla, las estrellas... la noche, con los ojos abiertos, mediados, entrecerrados... abatidos, pensar en tu figura, tu sonrisa tímida, tus ojos atentos y curiosos, tu cabello rojizo, tu nariz rosada... tu esencia? Si he de volar a donde ningún ser vivo puede llegar, donde el cielo se une con el mar... que sea de esperarse verte ahí, pues no en vano gastaré lo que me quede de aliento tan sólo para admirar la vista... una vez más.

Soy un ser humano: no puedo correr si no tengo piernas. No puedo ver si no tengo ojos. No puedo soñar si no tengo sueños... Y no puedo volar... si no tengo alas. Todo esto puede ser falso de cierto modo; puedo correr mientras mi corazón retumba de intenso dolor. Puedo ver sin siquiera voltear hacia el horizonte. Puedo soñar mientras pienso en ti... Y puedo volar sólo... para estar donde él no puede y yo sí. Donde sólo yo puedo tocar tu cintura y besar tus perfumados labios. Tus lágrimas son vidas cristalizadas de jóvenes príncipes... Déjame mezclarme con tu espíritu. Déjame estar junto a ti.

Cuídate mucho. Piensa de vez en cuando en mi, que yo haré lo propio cada vez que me sienta solo, triste, acongojado y frío. Porque de ti me he enamorado. Busca esa canción que te ofrecí con inocencia. Viaja en aquel autobús que me permitió observarte en tu profundidad con deseo y firmeza. Deja que mis pobres palabras alimenten tu tristeza, convirtiéndola en belleza. Te puedo amar, no importa cuánto deba esperarte. Así te demostraré que lo sigo haciendo, hasta que el ocaso termine su marcha. O hasta que la noche... brille profunda en tu mirada.