"Eventualmente, amigo mío..."

El tiempo se ha detenido para tomar un descanso...

miércoles, 29 de febrero de 2012

Nonexistence

Es un mundo difícil; las personas muchas veces sienten la necesidad de escapar de sus patéticas vidas para dar inicio a un horizonte diferente. El colorido panorama de una nueva vida provoca opiniones altamente divididas. Pero muchos creen tener la solución mundial: Piensan que sus premisas sobresalen de las de otros por la coherencia con que se manejan sus argumentos inservibles a simple vista. Como el libre albedrío es el tesoro favorito de los libertinos, las reglas y opiniones comunistas son la mano de Midas de unos cuantos religiosos.

Si alguna vez han sentido la necesidad de buscarse un nuevo “avatar” en la pantomima que llamamos “realidad”, piénsenlo dos veces; una les dirá las ventajas y la otra les dirá más ventajas. Como la piedra angular en la tabla de preferencias, tenemos al yo, yo y luego... Hmmm... yo, probablemente.

Imagínen que realmente no existieran. ¿Pueden hacerlo? Quizá. Con la magia de la televisión, guiones sacados de las mangas de gordos comerciantes de ideas y la internet, todo es posible... Bueno, casi todo. Pero espiritualmente es imposible de lograr.

¿Por qué digo esto? Creo que es obvio: En el contexto subjetivo de la mente imaginaria o subconsciente, el hombre no puede existir sin un propósito, voluntad o deseo ontológico del ser. Tal vez diga incoherencias para muchos escolares. No me importa; nadie alimenta mi ignorancia más que yo. En resumen. Yo digo y recalco que la inexistencia puede ser inviable, más no hay que cerrarse a posibilidades ilimitadas redactadas por nuestras propias manos.

Mientras eso pasa, no permitan que sus mentes manipulen esta posibilidad; como se los he dicho antes, sólo nosotros mismos (o nuestra voluntad) pueden decidir el camino. Independientemente si es o no el correcto. Sólo así seremos seres humanos “de verdad” (quiero decir, que por las decisiones nos volvemos lo que somos en principio).

jueves, 23 de febrero de 2012

Atrapado

Los errores nos recuerdan que la vida no es perfecta y los planes no llegan a ser realidad. Es en ese momento... donde nos sentimos confundidos y atrapados... Encerrados en nuestra propia saliva. Castigados con nuestra propia agonía...

El demonio más grande que nos seguirá toda la vida es nuestro propio juicio. Nunca me cansaré de repetirlo con valentía y confianza. Mientras seamos humanos, seremos vulnerables hacia nosotros mismos. Somos nuestro propio punto débil. Somos la fuerza de trabajo más inútil del Universo conocido... quizás del inexplorado, también.

Es un pensamiento pesimista; es un mundo pesimista y una visión pesimista de que la subsistencia sólo nos entrega caos y le devolvemos caos. Es cuando se nos rompen las ilusiones... cuando olvidamos a todos los que conocemos y cuando perdemos toda fe por Dios y por los que nos rodean... Demasiadas repeticiones para una afligida reflexión.

Yo alguna vez tuve una ilusión... Quise ser feliz con alguien especial que sabía que existía y me apreciaba también. Desgraciadamente, como es la típica costumbre humana, eché a perder las cosas y me dejé caer por la borda; ahora temo porque jamás vuelva a ver a esa persona, o peor aún... que ya no exista más en este lugar.

Y esa persona no es más que un puñado de mujeres y hombres que la vida nos regala, y nosotros sólo las subestimamos por orgullo... o también puede que por idiotas. Eso no lo sé. Todo depende de cada uno y su nivel de honestidad emocional.

Algunos supieron conservar los lazos con ese ser luminoso, y los pocos que llegaron a la cima comprenden... que no es un logro lo que han hecho, sino sus propios destinos bozquejados por sus propias manos. ¿Alguien descifrará este hallazgo alguna vez?

No puedo darles más esperanza de una “solución pacífica” a sus predicamentos. Sin embargo, para alivo (o tristeza) de todos, hay una ligera franja gris trazada en el asfalto: Pueden seguirla y descubrir qué les muestra al final de la línea. O como yo, pueden ignorarla y buscar por otros horizontes. La opción está ahí. Sólo necesitan dejar de ser necios y soberbios. La vida no perdona, ni mucho menos recompensa la estupidez humana. Es un hecho que me consta... y a muchos de ustedes también les parecerá coherente.

lunes, 13 de febrero de 2012

Instinto Asesino

¿Qué es matar, sino obedecer el instinto y acabar con la presa? ¿Por qué dejamos de hacerlo por diversión y se convirtió en prohibición? A los inocentes se les perdona la piel. La sangre del tirano debe correr por los senderos del inocuo.

Sin ofender a las masas, mi propósito aquí es hacerles entender que deben seguir sus impulsos como sea y cuando sea. Hasta donde sean capaces de alcanzar el cielo. La vida es corta y el arrepentimiento duele.

Hagan lo que deben. Maten a los malos y fumen tabaco limpio. Eso es todo.