Misteriosamente, un hombre sale con “tranquila mentalidad” al jardín de su casa para jugar un poco con sus hijos. Después de unos momentos de diversión familiar, el hombre entra a su recámara y poco a poco desaparece en un mar de somnolencia mientras los vientos se avivan y la resolana comienza su juicio imparcial.
En unos segundos de descanso, nuestro protagonista se adentra a lo que muchos llaman sueño. Sin embargo, en este tipo de sensaciones, la posibilidad de experimentar el placer o el dolor van más allá de la psique humana.
Percibió un olor... La esencia de otra vida. Suave, terso... No puede describirse de ninguna manera. Puede que sea una simple ilusión... Desaparece a la mitad de sus pensamientos; despierta de la inconsciencia confundido. No recuerda lo que ve ni ve lo que recuerda. Pérdida total de la razón.
El hombre mira el techo. Levanta las manos y escucha potentes resquebrajamientos cercanos. Decide ponerse en pie y con la curiosidad empujándolo en la espalda, se dirige a investigar la causa del bizarro sonido. Abre en silencio, admira los interiores y sube las escaleras contiguas.
“I can't remember anything. My head hurts and my hands startin' to shake...”
Nadie comprende lo que sucede en su realidad. Vive para vivirla y no apreciarla. Sus ojos se mueven tan súbitamente, que puede ver sombras e ilusiones hechas por el paso del tiempo... Al parecer, la vida avanzó con marcha veloz olvidándose de su persona.
Unas escenas de incertidumbre experimenta poco a poco. Algo no estaba en donde debía estar. La paz que alguna vez profesó con los suyos y ajenos se volvió una mentira. La nada acobijaba su querella por sobre todas las cosas... Entonces quiso ver a sus hijos... pero a nadie encontró.
Todo está en su cabeza. La vida te hace pensar que no vale la pena probarla... Todo es mentira...
