"Eventualmente, amigo mío..."

El tiempo se ha detenido para tomar un descanso...

jueves, 23 de febrero de 2012

Atrapado

Los errores nos recuerdan que la vida no es perfecta y los planes no llegan a ser realidad. Es en ese momento... donde nos sentimos confundidos y atrapados... Encerrados en nuestra propia saliva. Castigados con nuestra propia agonía...

El demonio más grande que nos seguirá toda la vida es nuestro propio juicio. Nunca me cansaré de repetirlo con valentía y confianza. Mientras seamos humanos, seremos vulnerables hacia nosotros mismos. Somos nuestro propio punto débil. Somos la fuerza de trabajo más inútil del Universo conocido... quizás del inexplorado, también.

Es un pensamiento pesimista; es un mundo pesimista y una visión pesimista de que la subsistencia sólo nos entrega caos y le devolvemos caos. Es cuando se nos rompen las ilusiones... cuando olvidamos a todos los que conocemos y cuando perdemos toda fe por Dios y por los que nos rodean... Demasiadas repeticiones para una afligida reflexión.

Yo alguna vez tuve una ilusión... Quise ser feliz con alguien especial que sabía que existía y me apreciaba también. Desgraciadamente, como es la típica costumbre humana, eché a perder las cosas y me dejé caer por la borda; ahora temo porque jamás vuelva a ver a esa persona, o peor aún... que ya no exista más en este lugar.

Y esa persona no es más que un puñado de mujeres y hombres que la vida nos regala, y nosotros sólo las subestimamos por orgullo... o también puede que por idiotas. Eso no lo sé. Todo depende de cada uno y su nivel de honestidad emocional.

Algunos supieron conservar los lazos con ese ser luminoso, y los pocos que llegaron a la cima comprenden... que no es un logro lo que han hecho, sino sus propios destinos bozquejados por sus propias manos. ¿Alguien descifrará este hallazgo alguna vez?

No puedo darles más esperanza de una “solución pacífica” a sus predicamentos. Sin embargo, para alivo (o tristeza) de todos, hay una ligera franja gris trazada en el asfalto: Pueden seguirla y descubrir qué les muestra al final de la línea. O como yo, pueden ignorarla y buscar por otros horizontes. La opción está ahí. Sólo necesitan dejar de ser necios y soberbios. La vida no perdona, ni mucho menos recompensa la estupidez humana. Es un hecho que me consta... y a muchos de ustedes también les parecerá coherente.

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