"Eventualmente, amigo mío..."

El tiempo se ha detenido para tomar un descanso...

domingo, 23 de mayo de 2010

Reaphamr (Fragmento)

“... Si la maldad tiñe la tierra y los cielos, la vida comenzará lo que acabó cuando el ser la mancilló y traicionó con el egoísmo y la razón...” 
                                                                          Riná Daalaref


El prado café y la brisa casual atropellan los sentidos de Reaphamr, una joven de piel carmesí y ropajes ancestrales que vagaba por la maleza. Los labios rosas y los ojos distantes daban una sensación de esperanza y un claroscuro de ansiedad. Su existir se regía por las leyes de la pasión, el deseo y el caos. 

Reaphamr golpeó con una estaca de cedro la tierra infértil. No daba crédito a lo que a su parecer, debía estar ahí, y que sólo una seca agonía encontró. Todos en su clan perecían al ocaso de Ahbñü. Cuando Reaphamr despertó, rabia que frustra la acogió. Todo parecía una conspiración fraternal para su veracidad contra la luz. 

“Niña de tez ardiente, que nuestras vidas tú nos das, sube al bosque de la paz y tráenos tu canción. La paz sea contigo y con Ahbñü-Mitaích”. Una vieja plegaria que los sabios con respeto recitaban era escuchada en toda la faz de cristal. Reaphamr la tomaba a vacilo y modestia. Nada era verdad, y todo estaba permitido. 

Dejó su llanto atrás y comenzó a cavar, una semilla turquesa ocuparía el lugar de aquel agujero siniestro. Tomó carbón escarlata y lo roció en su hijastra de hierba. Ya estaba segura de que un pequeño volcán descansaba en su interior.

Plasmó sus ojos con un pincel afilado y con ansias carcomidas, dio inicio al festín biangular. Ya parecía llegar todo a su fin, mas la brisa volvió. Reaphamr preparó su desayuno habitual como cada noche de octubre, y agradeció a Ahbñü su fulgor azul para degustar en paz su carnaza floral...

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