"Eventualmente, amigo mío..."

El tiempo se ha detenido para tomar un descanso...

jueves, 18 de octubre de 2012

Asteroide

Hoy no pude mirar tu rostro, sin embargo, sé de buena fuente que me has extrañado y me quieres de verdad... He perdido la noción del tiempo por las tardes admirando tu reflejo en mis ventanas... Yo quiero estar contigo.

Cuando te vi por primera vez, pensé que eras espectacular: no había cabida en mi que tú serías alguien interesante de conocer. En estos momentos, sólo puedo desear tus ojos y pensar en ti con cariño... Ya no es como al principio de la historia... Ahora tú buscas la salud y yo la fuerza que perdí en tus elogios.

Quise conocer tu mirada; tus labios se mezclan perfectamente con el triste lugar donde frecuentas a los extraños. Tu sonrisa me dice que todo estará bien poco a poco. Esos detalles que me dan ánimos... Esperanzas... Tristezas. Todo se fue perdiendo conforme pasó el tiempo y mis ojos se fueron cerrando...

Tanto pensar en ti ya me ha hecho decidir: Algún día, tus labios serán míos. Y no sé cómo. Ni cuándo. Mucho menos el por qué... Pero yo creo que algo pasará. Pienso que el camino nos cruzará. Es preciso ser optimistas, pues la vida es muy larga y no será sencillo encontrar la vereda que nos unirá.

Más de una vez te vi pasar. Anoche corrí hacia los prados de mi desdicha. Fue tan pequeño el retorno a mi sala. Eran las 12, y no dormí hasta las 11. Realmente pensé con mucha pena tu afecto hacia mi....

Hace unos días, volteaste hacia mi y yo ya estaba en posición de recibir tu mirada. Fue triste que no me permitieras saborear un poco más tus pupilas cristalizadas. Aquella noche tan vacía, el cielo oscureció, la tarde embruteció y tú estabas ahí... Las rosas que te compré se marchitaron ayer... ¿Alguna vez has pensado en mi?

Es la esencia de tu cuerpo lo que alimenta mis sueños y deseos; eres la sombra que acompaña mi soledad e intenta destrozarla con brusquedad a mitad de la noche. Es que no me dejas concentrar en el teatro ni en la iglesia. Sólo tú puedes quebrantar la mirada que intimida a los extraños en mi horizonte. Mi piano sería mi voz, tu emoción... La melodía de un Secreto en el Bosque te buscaría sin control... Amo tu cabello y tu rozada nariz.

Un día me saludaste, pero yo no te quise reconocer. Estoy completamente en guerra con mis propios principios. Tú eres importante para mi. Ten en mente mis pensamientos... Yo creo en tus palabras. Dame la oportunidad de conquistarte pese a mis caprichos; la lluvia y la noche serán mis testigos. El alba y el ocaso, mis enemigos...

Si pudiera, no pensaría ni siquiera una sola vez y correría a abrazarte, acercarme a tus oídos, y con lenta dulzura decirte: ”Quiero estar contigo... No te dejaré ir, pues si el matrimonio no funciona, te daré mis recuerdos y me quedaré aquí, contigo. Simplemente... no me dejes así.”

Pero abro los ojos: despierto cansado y confundido por la tarde de domingo y recuerdo la verdad... Las lágrimas se atascaron en el lagrimal y mis dedos se entumieron en mis manos. Recuerdo que tú ya no estás. Recuerdo que tú vives allá... Donde el sol murió y la tormenta cayó... Recuerdo que nunca podrás mirar las sandeces que ahora te escribo y recuerdo bien... que tú y yo jamás podremos caminar en paz.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario