Las palabras que voy a decirte deben ser guardadas en tu alma por el resto de tu vida...
El hombre siempre buscará su propio bienestar... Luchará por sus ideales y matará al que se oponga a sus caprichos con brutal tiranía...
El Señor te ha dado la valiosa existencia en esta Tierra gracias a la semilla que con amor te otorgué... Y quiero que escuches con atención a mis palabras llenas de sabiduría...
Estas tierras que te he heredado, no las destruyas... No infundas el terror entre tus semejantes... No mancilles los hermosos bosques ni las inmensas praderas que te dan honor y gloria con sólo sentirlas...
Has venido aquí no sólo para suplantarme y continuar mi legado... Has venido aquí... Para corregir los errores de tus hermanos y encontrar la paz dentro de sus almas...Tu nacimiento me llenó el corazón con orgullo y regocijo... No hagas que sienta melancolía por tu alumbramiento... Ve a propagar entre los hombres tu fe y espíritu colmados de bondad y cariño...
Muéstrales la compasión y el respeto que han de merecerse, nunca con tus manos cerradas, nunca con tus armas, sino con tu infinita paciencia y amor, sino con tus palabras de aliento y aprecio...
Hazles saber que los amas y confías en ellos, para que ellos te amen y confíen en ti... Todo en estas tierras tiene vida... Desde la montaña más grande hasta la flor más grande merecen tu respeto... Tus hermanos menores no pueden hablar, pero pueden sentir tus intenciones...
No te pido que cargues con todo esta enorme piedra solo, porque sé que en tu camino habrá otros que apoyarán a su hermano deseoso de infundir el conocimiento a todos... La ayuda llegará a tu puerta cuando así sea dicho...
Te encomiendo a ti el triunfo del bien... Sé que lo harás bien... Yo estaré ahí para animar tus soledades y tristezas... No estarás solo jamás...
Hijo mío... Tengo toda mi fe en ti, porque te amo mas allá del fin...
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