El Sexto Fantasma...

Al intentar salir de un extraño declive impresionable... Viene la contraparte amistosa: Euforia. ¿Qué es esto? ¿Alguien podría definirlo con palabras comprensibles para todo ser humano?

La alegría es producto de todo lo que creemos hacer bien; un producto del esfuerzo máximo en nuestras actividades (y algunos actos samaritanos), en un mundo confeccionado con los lazos de un trabajo bien hecho. Dentro de un ambiente muy relajado... Lástima que no sea eterna...

Se extingue como una flama gris... Es efímera como el viento y la luz de un viejo sol... Sería lo más interesante observar una civilización llena de paz, regocijo y convivencia sin un mínimo error.

¿Puede esto ser posible? ¡Pero claro! Todo está permitido en este lugar. Cada idea, cada palabra, cada expresión...cada universo tiene su sitio asegurado. El verdadero desliz en este asunto es si puede mantenerse por un tiempo prolongado. Odio ser portador siempre de mensajes sin motivación. Aborrezco ser la lluvia en el jardín y lo que es peor, detesto ser un aguafiestas emocional.

Como les he dicho antes, nada puede ser "para siempre". Existe un fin tanto como un inicio. Siendo la alegría la más grande fuente de inspiración, a veces se queda corta en nuestra existencia. ¿Por qué? Simple; el júbilo que nos invade algunas veces se convierte en mal sueño para otros. Nadie puede ser feliz sin que exista el sufrimiento ajeno. Pero claro está, jamás pensamos en eso, sólo en nuestra propia satisfacción.

"Sin han de padecer otros por que yo sonría, entonces que así sea." Yo no lo veo muy equilibrado. El principio básico en todo es sin duda, la estabilización de las masas; un mundo imperfecto donde debe reinar el caos y la desdicha para coexistir con la serenidad de otro pueblo. Es normal y muy válido para algunos pensadores ilustrados. De lo contrario, nunca hubieran existido los manifiestos y protestas civiles.

Si es pasajero este sentimiento, entonces todo debe ser así. Me precipito mucho al decir estas aclaraciones como también al afirmar que nada puede ser permanente, pero cavilando detenidamente la situación, su juicio puede concordar un poco con el mío... ¿No es así?