"Eventualmente, amigo mío..."

El tiempo se ha detenido para tomar un descanso...

martes, 23 de agosto de 2011

Inquebrantable

En un mundo "pasional", sin esperanza de progresar... En un planeta oscuro, donde lo único importante es el dinero y el poder... No hay absolutamente nada valioso en las mentes corporativas. Todo tiene y yace en un precio; muchas veces incalculable por la innecesaria exigencia administrativa del flujo, pero para comenzar este tema, quiero decirles que he mentido en algunos aspectos.

Primordialmente, el miedo ha paralizado nuestras mentes y despojado de lo único que realmente vale la pena: El amor hacia nosotros mismos. Hemos perdido la fe y confianza en otros por el simple hecho que alerta a las masas día con día. Hemos pasado por alto la verdadera fuente de conocimiento y regocijo en nuestros fantasmas... Todo ha dejado de tener sentido salvo por el costo del mismo y la satisfacción personal.

¿Qué gano con repetir lo que todos en esencia conocen? ¿Es que acaso mi manera de hablar molesta por el constante abuso de mis propias exigencias? Quizá. No tengo idea (o no quiero tenerla) puesto que sólo deseo intentar ayudarme y ayudar a otros. No busco lucro más que un beneficio común: el placer y cariño de los que tienen la fortuna de conocerme. He de ser modesto en esta ocasión porque sé que tengo ese algo especial que muchos damos por perdido en la sociedad... Puedo escuchar...

Y si he de tirarme flores cual incomprendido social, es buen momento para hacerlo. ¿Quién puede impedírmelo en este lugar tan deprimente, carente de bondad? Si reflexionan con cuidado, todos hacemos esta tarea inconscientemente. Si no me creen, un espejo y un saludo los hará cambiar de parecer.

Si en este lugar que poca esperanza tiene en otros, uno puede sobresalir aunque sea tachado por esa misma sociedad a la que deseamos pertenecer. Nunca estarás contento con tu entorno, a menos de que tú mismo estés de acuerdo con tus ideales propios. No puedes esperar a que tus allegados y familiares te digan qué hacer. Si has de cometer un atropello para sentirte bien con tu alma, hazlo. Después de todo, es lo que siempre hacemos para ser reconocido.

Podemos ser los primeros en algo, si es lo que tanto se anhela, siempre y cuando recordemos quiénes somos y por qué lo hacemos... Un espíritu sin propósitos es un parásito sin una víctima...

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