"Eventualmente, amigo mío..."

El tiempo se ha detenido para tomar un descanso...

miércoles, 30 de noviembre de 2011

Contraataque

He aquí mi intento de defender a mis allegados; en este punto, abogo por la sanidad mental y espiritual de los que conozco y no. Si un hecho que creemos “malo” hacia nuestra persona se hace presente y pedimos justicia ante el conflicto... ¿De dónde se obtiene el soporte necesario?

¿Qué es la venganza? ¿Por qué existe tal cosa? Son preguntas complicadas, y nacen de un exhaustivo análisis filosófico por la supremacía de la igualdad en nuestras sociedades. No hablaremos del concepto histórico como tal: No tendría sentido puesto que deseamos adentrarnos a un nivel diferente de pensamiento Y considero que sería una pérdida de tiempo involuntaria para ambas partes de esta entrada.

Y comenzamos por el principio (hehe, valga la redundancia). Yo, como persona física, intento comprender una serie de normas que rigen mi entorno y trato de asociarlas a mi propio ambiente social (mi ética), ahora bien, éstas normas incrustadas en el apabullante sendero de la verdad, me procuran mantenerme al margen de mi situación ehmmm... Digámoslo... “Espiritual” con mis conciudadanos y en general (la moral). En pocas palabras, debo respetar las reglas y libertad de otros para estar en paz con todo y todos en la Tierra.

¿Qué sucede en el momento que pretendo buscar mi beneficio olvidando las circunstancias de otros? Cometo un crimen. Independientemente de cualquier índole, dejo de ser “legal” y entro al círculo de los criminales... Claro que dependiendo del sapo, es la pedrada en el sistema, pero aún así.

¿Qué busca el receptor del ilícito? Lo que a estas palabras les da un significado: Venganza. Llegando al Extremo del Hecho en palabras de un sabio futuro. Es ese equilibrio que buscamos entre mi agravio y el destino de mi ejecutor. Todo esto meramente decorativo para el bien común, ¿por qué? Sencillo: A nadie le interesa, realmente.

Pensando un poco el problema, recordemos que, como el vulgo aclama, “para todo existe solución...” y es más que obvio en este mundo. Desde los tiempos desconocidos hasta la moderna visión de un mundo semi-utópico, existirá esa sombra que a cobijará muchas cabezas insensibles... Pero regreso al demos (del latín “pueblo“), “Lo bailado, nadie me lo quita”.

A lo que me refiero es a que sin importar la ignorancia de mis conocimientos éticos, desquito mi furia o bien, con el maldito que osó interrumpir mi tranquilidad, o con terceros que me harán percibir un alivio momentáneo. Sea lo que sea: Vandalismo, homicidio, robo, el ya clásico “Ojo por ojo...” y toda esa basura que se nos ocurra en el tiempo de planificación, nos dará confort quizás repentino y fugaz, pero conveniente para mi descanso.

Y recordando el pago justo de un aburrido círculo vicioso, jamás cesará el proceso hasta que alguna de las dos partes termine de raíz lo que se empezó sin pensar en consecuencias. ¿Qué puedo recomendar? Nada. ¿Quién puede manipular las mentes de los pensadores libres? Nadie. ¿Quién les puede decir qué hacer? Yo no. Sólo recuerden su libre albedrío otorgado por sus propios cánones y piensen bien las cosas.

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