Una Razón Para Vivir

En la vida, podemos proveernos de tantas cosas que podrían servirnos para algún fin en específico. Las personas hemos creado sistemas para mantener nuestras expectativas diarias de manera cómoda cuando es necesario, pero no nos damos cuenta que tenemos un basta mundo de oportunidades sin mecánicas ni protocolos difíciles que seguir delante nuestro; las hermosas praderas, desiertos, bastos mares y amplios campos... Los blancos cielos y los sonidos del silencio que nos hacen reflexionar... Hay tantas y tantas maneras de saber que se siente bien estar en este planeta de espectador.

El problema es, que olvidamos cosas importantes que se nos han dado gratis por objetos innecesarios que hemos creado con fines lucrativos (la ciudad no debería existir, vaya, ni siquiera los países). El problema es, que muchos hemos nacido en estos mundos corporativos y carentes de felicidad saludable. ¡El problema es! Ahhh.... Que transformamos todo en un problema...

Puedo verme semi-optimista y muy holgazán en cuestiones de sobrevivir, pero no es tanto así; somos seres que necesitamos molestarnos para sentirnos bien con nosotros mismos. La confusión radica en que nunca superaremos nuestras propias frustraciones a menos de que otros sufran en nuestra posición. Esto nos desalienta en muchos aspectos y nos crea preguntas sobre la convivencia con otros seres humanos (no metamos a otros seres, ellos son inocentes infinitamente).

Todo esto nos crea desventajas... Pero volvamos al plano positivo: La balanza jamás se queda de un solo lado, por lo que la experiencia de vivir nos da sorpresas muy bizarras (buenas o malas, es el criterio de cada quien), y lo que yo vengo a ofrecerles... Es un poco de paciencia y tranquilidad emocional...

Por difícil que parezca, y como lo he repetido hasta el cansancio, los problemas tienen solución. El ser humanos que vivimos monótonamente y no dejamos que nuestra mente descanse un poco no implica que no podamos adaptarnos a lo que nos tocó saborear. Si tenemos la suerte, debemos regocijarnos por lo que tenemos. Son palabras trilladas, pero aquí sirven como recordatorio. Siempre tendremos una motivación para respirar aunque a veces no sepamos cuál sea, pero tarde o temprano la encontramos (o encontraremos) sin darnos cuenta. Hehe... ÁNIMO!