Cielos Terrenales

¿Quién no se ha preguntado alguna vez dónde comienza el cielo y termina la tierra? ¿Qué hay más allá de nuestra vista al horizonte? Muchos me han considerado un aburrido y soñador barato; muchos me han tachado de escribir “mamadas tediosas” (disculpen la palabra), pero me defiendo diciendo, que sea cual sea el camino que tomemos en esta vida, eventualmente llegaremos a un lugar. Independientemente si sea bueno o malo o lo que sea, seré todo lo que digan y jamás me importará. Sólo escribo para los que me leen. Y nada más.

Si levantamos la cabeza en un día tranquilo y despejado, podremos apreciar un basto prado celestial. Más allá de todo criterio, la joya de una fantasía se alza bajo el intenso reflejo de un mar azulado. Nos hemos perdido muchas veces allí arriba. Hemos contemplado su belleza, y jamás hemos podido decifrarla.y

No es lo mismo observar las estrellas y el oscuro abismo invertido; todo tiene un sentido y un ápice de curiosidad. Regresando, como acostumbro, he de percatarme en explicarles mis parloteos sentimentales.

Cuando miramos las nubes, cuando brillan los ojos con esperanza en el alma, cuando alguien se emociona al escribir una canción... Todo es pura magia. No dejamos de hacer miles de preguntas. Todas pueden ser iguales, y a la vez diferentes en esencia. Lo que no podemos negar es que todos hemos sentido, al menos una vez, ese cálido fulgor intempestivo que nos recuerda nuestra triste humanidad. ¿Por qué complicar el mundo? ¿Qué ganamos con sufrir si podemos disfrutar de una cálida tarde veraniega? Como se oye por ahí: “Las mejores cosas de la vida, son gratis”.

No permitamos que nuestro espíritu perezca. Yo sé que es muy difícil mantenerse de pie con tantos problemas que agobian al más tranquilo. Sé que muchos no tienen solución aunque los veamos de cualquier lado. Sé que es inútil intentar consolar a las masas con palabras tiernas... Pero debo insistir para tener la noción de que he creado un poco de fe en las mentes de algunos pocos. Soy egoísta, quizá. Pero sé que un buen día, me lo agradecerán y con creces.

Estoy hablando de que no todo está perdido; he estado intentando buscar una que otra salida que satisfaga “el corazón” de la gente. Todo es relativo y recalcitrante, muchos dirán. No todo funciona con todos, otros comentarán. Es que nada es lo suficiente para nadie; quiero imaginar un mundo sin firmamento: ¿Acaso puede uno siquiera, imaginárselo? No puedo. Intento ser optimista. Intento vaciar mi mente de demonios y concentrarme en buscar un placebo ancestral. “El cielo es el límite” la muchedumbre presume. Yo les digo que la gloria es finita, porque termina en el momento que perdemos nuestros ideales.

¿Por qué El Principito amaba las puestas de Sol? ¿Qué quieren hacer los astronautas? ¿Qué quería decir Dios cuando hablaba del cielo como el lugar definitivo? Yo no sé nada sobre esto, sin embargo, lo imagino... Mirando al cielo, claro.