“A Deo Rex, A Rege Lex”

En este planeta, las leyes son severas en muchos ámbitos; los hombres y mujeres que buscan la libertad, sólo buscan un pretexto para gobernar bajo sus propios intereses. Muchos quizás ya saben todo este rollo sobre la inexistencia de la libertad y el cansancio de buscar y buscar soluciones. Lo más triste y complicado que se nos ofrece al nacer es que ya estamos dentro de ese sistema que durante siglos ha imperado en el mundo como lo conocemos... O empezamos a conocer.

La música y el arte son medios para expresar la desesperación que uno experimenta a situaciones de asfixia. Todo esto sólo nos abre una pequeña ventana a un lugar irreal, un paraje olvidado por Dios y un desierto sin flora ni fauna.

Teniendo en mente que las clases sociales, las fronteras y los medios de comunicación son otra manera de ser parte de algo, no nos dan la satisfacción de existir bajo nuestras propias reglas: Los reyes, señores feudales, virreyes, zares, emperadores... Todos esos títulos nobiliarios que se han creado con el paso de la historia han limitado al hombre para crear su propia utopia. Esto, bajo las palabras de Thomas More y de su patética visión de una ciudad ideal... Libre de reglas que nos impidan seguir... Sólo son patrañas ficticias.

Muchos se han pensado libertadores y buenos obradores. Todos son humanos después de todo, y eso los convierte en seres inútiles que no han hecho sino imponer sus propias ideas al pueblo... ¿Se han preguntado si realmente existe el comunismo y la democracia?

Todo queda inconcluso en lo que a conocimiento y sabiduría cabe. Nada ni nadie sabe ni sabrá algo verdadero. La relatividad y las artes son lo único válido por cualquier humano. Buenas noches...